lunes, 10 de octubre de 2011

Instinto homicida

Hasta los cojones. La gente da puto asco. Y no es porque sean malas personas, no. Es por esa jodida inmadurez postadolescente. O llámalo adolescencia tardía, tanto da. Aunque lo cierto es que esta segunda nomenclatura me parece un tanto absurda. Ridícula, por lo menos. Sobre todo si hablamos de personas de veinte años, y subiendo. Personas, no; niñatos, que no es lo mismo. Tanta pijería de los cojones. Tantas ganas de joder a los demás. Tanta puta manía de arrastrar su mierda a jardín ajeno. Si no quieren estudiar que la pringuen ellos. No todos tenemos que pagar por su prematura vagancia. Si quieren tirar 6 000 eurazos, que los tiren. Si quieren que sus padres se dejen la piel por ellos en balde, que lo hagan. Pero a mí no me van a arrastrar con ellos. Portazos, gritos y niñerías absurdas van a llegar a su fin. Porque el camino del hombre recto esta por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad saque a los débiles del valle de la oscuridad. Porque él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé, cuando caiga mi venganza sobre ti!

Seguro que no tienen la mínima cultura necesaria para poder saber cuál es el final que les toca. Y eso que la mayoría “estudian” Comunicación Audiovisual…

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